Testimonio de Germán Rubio, persona muy querida entre nosotros, quien asegura que su enfermedad no ha sido impedimento para ejercer su vocación de evangelizador, siendo un ejemplo de cómo se puede servir a Dios tanto en la salud como en la enfermedad y de cómo no hay tanto parálisis física sino espiritual:
“A los 3 años de edad y debido a las fiebres ocasionadas por una neumonía que sufrí, aparecieron los primeros síntomas de mi enfermedad. Los médicos dijeron que nunca caminaría ni hablaría, pero mis padres pusieron su confianza en Dios y me entregaron en sus manos pues “para Dios nada es imposible”. A su vez me llevaron a cuanto médico o curandero les aconsejaron, con lo cual se empeoró mi situación, hasta que finalmente me llevaron a un sacerdote que tenía don de sanación y fue así que por la gracia de Dios, empecé a caminar aunque con grandes esfuerzos.
Mi mamá se encargó de mi educación, me enseñó todo lo que pudo hasta que fui recibido en una institución educativa. Pero lo que más me emociona contar es cómo empecé a hablar: fui preparado para recibir la Primera Comunión y cuando llegó el maravilloso momento lo recibí con tanto amor que cuando el Cuerpo de Cristo estuvo dentro de mí, sentí como un fuego dentro que me ahogaba, creí que me quemaba y empecé a gritar para expresar lo que sentía… fue maravilloso, jamás lo olvidaré (además Jesús no me dejaría) y cada vez que comulgo vivo una experiencia similar… y ha sido este regalo de Dios el que me ha permitido superar mi enfermedad. Hoy vivo en función del Santísimo Sacramento, lo visito diariamente, me abandono a Él, me entrego a Él, me doy todo a Él y Él a su vez me responde ayudándome, dándome fortaleza: no es fácil convivir con esta enfermedad, menos en una sociedad que tiende a discriminar. A veces hay mucho dolor físico, otras espiritual, hay necesidades económicas, Él me da lo que necesito, nunca me ha fallado. Desde muy pequeño nació en mí esta fe y amor a Jesús Sacramentado y lucho cada día por una nueva oportunidad de servirlo evangelizando. No es fácil, pero cuando se trabaja para Dios con amor, todo es posible, ésa es la fuerza que me impulsa en cada paso que doy, entre más difícil y empinada que parezca la meta es un reto y lo ofrezco así: Señor tú todo lo puedes, este paso lo ofrezco por… reparación, conversión, esta o aquella necesidad, esta o aquella persona.”
"Confío en Dios"
Luis Alfonso Díaz es otra persona cercana a nuestra comunidad, quien con la ayuda de Dios y con fuerza de voluntad ha salido de una situación difícil: “tuve una cirugía de columna hace 5 años, los médicos me determinaron parapléjico, he superado la enfermedad, camino aunque con dificultad, y ahora sostengo mi propia vida, dedicándome a conducir un vehículo.” En él se dio una sincera y profunda conversión, que lo llevó a entregarse al servicio de Dios dando testimonio de su auténtica fe.
Octubre, mes de las misiones
Al hablar de las misiones hacemos referencia a las personas que han entregado su vida al anuncio del Evangelio; una de ellas, mujer colombiana, fue la Beata Laura Montoya Upegui, fundadora de la comunidad más conocida como misioneras lauritas y quienes hacen presencia en nuestra parroquia.
Nació la Madre Laura en Jericó, Antioquia, el 26 de Mayo de 1874; siendo maestra siente la llamada de Dios para trabajar con los más pobres de su época, los indígenas, menospre-ciados de la sociedad que creían que no tenían alma ni eran como los demás. Laura siente profundo dolor de ver que hay tantos seres creados a imagen de Dios que desconocen su origen, por esos decide irse a trabajar por ellos y con 5 compañeras y su madre parten de Medellín en 1914 hacia las selvas de Urabá y van a vivir con ellos para enseñarles que hay un Dios que los ama y los ha creado para el cielo. Cuando el indígena le pregunta: ¿ese tu cielo qué tierra es?, ella aprovecha para darle los conocimientos de nuestra fe cristiana y el inmenso amor de Dios al enviarnos a su Hijo para salvarnos.
En uno de tantos viajes misioneros llegó la Madre Laura hasta Uré un caserío a orillas del río San Jorge y allí encontró a “Zorrito”, un indígena fuerte, que no quería saber de Dios, pero luego de escuchar las explicaciones de las hermanas se enamoró de ese Dios… que no es “comenzao” (refiriéndose a su inmensidad), la eternidad de Dios lo impresionó sobre toda otra enseñanza y le decía a la Madre: “ve todo onde mundo mucho aburre, porque todo es comenzao: mi mujer mucho querida, pero comenzao es; mi hijo mucho querido, pero comenzao es; todo comenzao así no gusta, Dios no comenzao ese sí que mucho gusta a yo”. Cuando la Madre Laura después de varios días de permanecer en Uré se dispuso a viajar a Medellín se le presentó Zorrito y le dijo: “¿Madre vos camina ya pa tu tierra?”; la Madre le responde: “Sí, Zorrito”. “¿Vos allá topas a Dios?”; “Sí Zorrito, allá lo encuentro
”; “¿Vos llevás mi palabra a Ese?; Decí a Ese que yo Zorrito, mucho gusta porque no es comenzao, que yo Zorrito a la orden, que mucho quiere pa saludar, que Zorrito a la orden, si quiere camina ya, si quiere mañana Zorrito a la orden, pero ligerito yo mucho quiere Ese que no es comenzao”. La Madre Laura se despidió prometiéndole que le daría su recado a Dios. Cuando la Madre llegó a Magangué en la comunión de ese día le dio a Dios el recado de Zorrito y ese mismo día en Uré moría zorrito.
Qué bueno que en este mes de las misiones cada uno de nosotros nos enamoremos más de Ese Dios que no es “comenzao” y hagamos algo para que Él sea conocido y amado de todos. No olvidemos que somos misioneros desde nuestro bautismo y con nuestra oración, sacrificios y limosna, sin salir de nuestra casa podemos ayudar a muchos misioneros que están por el mundo entero llevando el mensaje del Evangelio. La Beata Laura Montoya murió en Medellín el 21 de Octubre de 1949, fue beatificada por el Papa Juan Pablo II el 25 de Abril de 2004, primera beata colombiana camino a la canonización. Hoy la comunidad fundada por ella hace presencia en 19 países; pidámosle al Señor que el ejemplo de esta mujer nos haga ser verdaderos discípulos misioneros. (Hna Resfa)
Tomado de José María Vicedo:
“La clave de tu futuro está escondida en tu vida diaria"
"Cuanto más mires hacia atrás, más difícil te resultará mirar hacia delante.”
“Éxito: levantarse una vez más cada vez que caigas.”
“¡Atento a los grandes problemas!: suelen disfrazar importantes oportunidades.”
“Aquello que guardes en tu corazón determinará el transcurrir de tu vida.”
“Encuentra los problemas para los que tú eres una respuesta.”
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